Una fragancia excepcional de Dominique Ropion, el retrato de una dama mejora la opulencia y la voluptuosidad de la subida turca en proporciones extravagantes.
Con el retrato de una dama, Frédéric Malle y el perfumador Dominique Ropion marcan una nueva etapa en la Gran Cronología de la Perfumería. Con esta inmensa rosa, mejorada por tonos de madera, ámbar e incienso, los diseñadores rediseñan los contornos del ciprés, una familia olfativa sinónimo de las épocas más hermosas de la perfumería del siglo XX. Su juego de luces y sombras, su elegancia y su refinamiento extremo. De esta sabia habilidad artesanal, surge un esplendor creado para durar con el tiempo.