Su amor era un bailarín cuya piel dorada emanaba el perfume de la pasión, amaba a los tuberosos más que a cualquier otra flor. Entonces viajó al mundo en busca de todos los pachulíes necesarios para llenar la luna. Durante siete días y siete noches, la luna dispersa este perfume encantador: peras, pachulí, ambroxan, iris y muschio) en todo el universo.