"La violeta en primavera le dice el florecimiento del alma"
Hay un lugar donde mis pensamientos encuentran refugio, donde estoy inteligente del mundo, donde leo mis poemas en voz alta en los amanecer de marzo, mientras que las primeras violetas del año emergen del terreno de congelación. Ese lugar es el jardín de mi alma. En nere Viole, aborda el tema de la ausencia y el negro en el que oculto mi ser, abandoné mi mente, donde la palabra se convierte en roca a la que licencié mi espíritu y donde la poesía se convierte en una forma de invocación. El perfume se convierte en un milagro, negro sobre negro. Elegí contar una nueva historia que tenga el aroma de un púrpura negro. Viole Nere nació de mi deseo de decir mi amor por el jardín, como un lugar físico y espiritual, como un espejo de mi conciencia. Lo hice interpretando la famosa Violetta, Flor austera y delicada, pero con un carácter fuerte. Mi violeta cuenta las mañanas de marzo, cuando la tierra todavía está húmeda y fría, húmeda a fines del invierno y las primeras luces de la primavera iluminan el césped. Violette crece y huele los días, un ritual que se repite año tras año. Quería hacer moderna la tradición, buscar el equilibrio entre las notas en polvo, afrutada y leñosa. La nota crujiente de Cassis le dice la frescura de esas mañanas, el acuerdo de vetiver, pachulí e incienso nos lleva de regreso a la tierra, a nuestras raíces. Violetta, Iris y el acuerdo florido son emoción, luz, elegancia.
Un clásico contemporáneo, una violeta de 1920 pero del nuevo siglo