En un tocador polvoriento del pasado, un amante pone su lápiz labial, esperando la llegada de su amante.
El polvo flota en el aire, mezclado con el olor a rosas y la efectividad leñosa de la boiserie. La inocencia de los musgos de Talcati se fusiona con el declive de las notas balsámicas sensuales.