En América Central, los aztecas fueron los primeros en descubrir y apreciar las cualidades de Cocoa Bean, probando sus cualidades únicas y mostrándolas al mundo. La frijol de cacao se considera un regalo de Quetzalcoatl, el dios del conocimiento. Se creía que al consumir granos de cacao, poder y sabiduría se podían adquirir. También se dijo que era un poderoso afrodisíaco para los dioses.
Cocoo Aztèque es una esencia no tradicional mezclada con especias que crean un perfume aireado en inebra que elevará los sentidos.