Una fragancia construida alrededor de un ramo de flores blancas que evoca pureza. Una pureza casi intimidante, como una mirada que te cruza con intensidad. En el corazón, Gardenia se mezcla con flores de jazmín y naranja, todos juntos explotan en una canción monótona y convincente. El sutil, delicado y opulento Extrait de Parfum lo moverá profundamente. Para usarse como una provocación, Vanina Mucciole se dejó ir a cierta excentricidad, agregando algo de ámbar y nota leñosa a su base almizclera, como sandalia, y fortaleciendo su aura sensual y su sílla indeleble.