Hechizo imparable.
El perfumador Antoine Maisondieu exploró las propiedades únicas del sándalo Citrino de Australia.
Su idea era mezclar inspiraciones parisinas contemporáneas con la energía mística de este ingrediente para crear un perfume brillante y relajante que conduzca a una adicción definitiva.
Como un hechizo cautivador para la piel y el alma, creó llamadas de Santal, mezclando musgos finamente delicados con un acuerdo de leche irresistible.
La suave esencia del sándalo se acurruca en una intensa vainilla de bourbon de Madagascar, para un sílla hipnotizante.