Hace siglos, en el viejo país, un rey que reinó en un período de disturbios y conflictos luchó para proteger a su país. El enemigo ya había atacado las ciudades fronterizas y solo eran cuestión de días antes de que su monstruosa flota saqueara la capital de la pequeña ciudad costera por mar. El rey habría buscado el consejo de los ensayos de su reino, que le habría aconsejado por unanimidad que hiciera preparaciones para que las personas huyan de las montañas.