Una isla tropical suspendida en las nubes, donde todo puede suceder. Sin juicio, sin regla, solo el flujo natural de nuestra esencia de vida más profunda y pura. El azúcar místico lo transportará a un paisaje de ensueño donde la inocencia y una pizca de transgresión pueden coexistir. Una ráfaga y vainilla absoluta de cacao envuelve la mezcla afrutada de naranja y piña, agudizada por flores en forma de almendras y enriquecida por la picante del jengibre y el cardamomo. Esta fragancia es un gourmand irresistible, traviesos con un impulso de trascendencia exótica. Prepárese para vivir el sueño más dulce de su vida.