Un homenaje al despertar de la naturaleza y los sentidos, serenos y positivos. Es un amanecer de verano en la Toscana ... el morado y el oro del cielo anuncian un nuevo día, largo y perezoso ... en el horizonte puedes ver la curva suave de una colina dominada por un lujoso huerto de ciruelas que se inclinan en Las paredes de un pueblo milenario. El sol está saliendo y todo parece estar animado gracias a la luz brillante que anuncia la armonía que vendrá y la tierra sonríe, nuevamente besada por la belleza. Me giro y te observo mientras todavía duermes en las sábanas, pero tan pronto como le hacen cosquillas en los párpados, tus sentidos se despiertan, tus ojos se abren sorprendidos y ..., como en un poema de Eluard, "el sol es liberado".